El agua es el motor de la vida
Como profesora de inglés encuentro este tema fascinante. Me gusta llevar este tema a mis clases a menudo para inspirar a mis alumnos a beber más agua y, por supuesto, ¡aprender más vocabulario! Empiezo explicando cómo el agua mantiene los órganos de nuestros cuerpos funcionando eficientemente. Les muestro las estadísticas en la siguiente ilustración:
Como siempre con el aprendizaje de algo nuevo, los estudiantes necesitan aprender por qué antes de actuar según el consejo. Encuentro que una explicación visual siempre ayuda. Captura su imaginación y fomenta las preguntas y el debate en el aula. Una vez satisfechos con las razones por las que el agua es esencial para nuestros cuerpos, pasamos a la siguiente parte de la clase. El CUÁNDO. Vemos que no es una cuestión simple de beber un vaso de agua cuando nos apetezca. Para ayudar a que nuestros órganos funcionen correctamente, debemos hacerlo en ciertos momentos del día, como se destaca a continuación.
Mis alumnos no están acostumbrados a tener que tomar un vaso de agua en el baño cuando se duchan. Nunca piensan en cómo el calor del agua puede afectar su presión arterial. Otra joya de información que pueden llevar consigo después de la clase. Luego pasamos a discutir los diecisiete beneficios del agua donde los estudiantes tienen la oportunidad de comentar sobre cada uno.
Una vez más, hay mucha sorpresa de cómo el agua puede reducir la fatiga y prevenir dolores de cabeza y dolores de espalda. Como vivimos en un mundo impulsado por productos farmacéuticos, estamos acostumbrados a tomar pastillas para remediar estas dolencias. ¡Nunca pensamos que un simple vaso de agua es la solución!
Siguiendo el tema, los estudiantes comienzan a abrirse sobre sí mismos. Un estudiante habla sobre la fatiga que siente a media tarde y trata de despertarse con una taza de café. Le sugiero que reemplace el café con un vaso de agua para rehidratar su cerebro. ¡Me mira pensativo¡ Otra estudiante habla de su padre que es diabético y necesita beber entre 3 y 4 litros al día.
A medida que llegamos al final de la clase, hablamos sobre los conceptos erróneos del agua. Uno de ellos es beber agua durante nuestras comidas. El consejo es beber agua media hora antes de nuestras comidas para ayudar a convertir nuestros alimentos en energía y ayudar a la digestión. El mayor desafío es beber un vaso de agua a primera hora de la mañana y a última hora de la noche. ¡Nunca se sienten de humor!
Les pregunto sobre sus preferencias por el agua sin gas o con gas. Coloco un vaso de cada uno en mi escritorio y le pido a uno de los estudiantes que me cronometre bebiendo cada uno. ¡El agua sin gas siempre gana! ¡Demuestra que puedes beber agua sin gas más rápido que con gas! ¡Ven que pueden alcanzar el objetivo de 1,5-2 litros al día más rápido!
Luego terminamos la lección con una leyenda Ocho vasos de agua al día y una ilustración de dibujos animados:
¡Salen del aula más convencidos de que el agua es el motor de la vida!