¿Te gusta aprender?
¿Eres alguien en el que se pone en la mañana con la intención de aprender algo nuevo en tu día? ¿O eres el contrario? ¿Te levantas por la mañana, te sumerges en tu trabajo o estudias dando un solo pensamiento para aprender algo nuevo?
Aprender un nuevo idioma requiere disciplina mental y una actitud positiva hacia el aprendizaje. Los bebés tienen suerte en este sentido. No necesitan intentarlo, ya que les resulta natural. Asimilan el lenguaje por asociación. Por ejemplo, la palabra «Papá» está asociada con la palabra «trabajo», y naturalmente forman la frase «Papá ir a trabajar». ¡Su gramática puede no ser perfecta, pero se hacen entender!
Sin embargo, para los adultos este no es el caso. Necesitan hacer más de un esfuerzo consciente pensando en cómo pueden expresarse usando la gramática correcta. En la frase «Papá ir a trabajar», el adulto tendrá que decir en su lugar «Mi padre se ha ido a trabajar». Habrán aprendido en su clase de idioma el uso del presente perfecto «se ha ido» para formar la frase gramaticalmente correcta.
¡Por lo tanto, para los adultos aprender un nuevo idioma requiere enfoque y trabajo duro, pero ser competente es tan vale la pena el esfuerzo! ¡Y nunca lo olvides, la práctica hace la perfección!